Las Angus se preparan para el invierno
Aunque el invierno llega oficialmente el 21 de diciembre, en otoño las temperaturas comienzan a bajar considerablemente, incluso las primeras nieves ya han llegado. Las angus y las wagyu se van preparando poco a poco. Se van adaptando al cambio de estación con pequeños cambios físicos como el desarrollo de un pelaje más largo y grueso o cambios de comportamiento como aumentar el consumo de alimento para tener un mayor depósito de grasa corporal subcutánea.
La correcta aclimatación de los animales para conseguir su confort y temperatura adecuada depende de cinco variables meteorológicas que se encuentran completamente ligadas entre ellas: la temperatura ambiental, la radiación solar, el viento, las lluvias y la humedad relativa.

Por ejemplo, cuando llueve y los animales se mojan el problema se magnifica con el viento, puesto que favorece la rápida perdida de calor. Además, a la lluvia se le une otro factor: el barro. Si los animales no tienen lugares secos donde estar el barro acabará pegado a su pelaje secándolo mediante su calor corporal y perdiendo parte de la energía consumida destinada a mantener el calor corporal y que podría ser destinada a otros procesos de producción.
Obviamente, la radiación solar juega un papel importante, tanto en la temperatura de los animales como para mantener lejos de la humedad excesiva su hábitat. A esta variable meteorológica también hay que tener en cuenta el color de la capa de los animales, cuando más oscura, más calor absorberá.
En la finca Izcala nuestros animales cuentan con múltiples árboles que funcionan como cortinas cortaviento naturales y como resguardo de la lluvia.
A pesar de las adversidades climatológicas, las angus tienen una gran capacidad de adaptación tanto a temperaturas altas, como a temperaturas bajas, facilitando su pastoreo y manejo.
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